La lana proporciona calor, protección, cobijo y salud.
Víncularse
activamente con la lana, es volver a, y conectarse directamente con
nuestras raices. La mayoría de las lanas y telas que comunmente están a
nuestra disposición en el mercado son 100% sintéticas o con un % menor
de lana o algodón. Sorprendentemente los chalecos que venden, prenda de
vestir, que uno imagina es de lana, muchas veces no contiene una gota de
ella, se deterioran facilmente, se deforman, pierden vitalidad, les
salen pilling, etc. Basta con que vayan a ver su closet o recuerden la
última prenda que compraron en una gran tienda a bajo precio.
A
diferencia, las prendas de lana, ya sea de vestir, frazadas, alfombras o
colchones están con nosotros por innumerables años. Generalmente las
tejimos nosotros mismos, un familiar o un artesano. Muy comunmente están
asociadas a un viaje, a otro país, a una etnia distinta, al sur, a la
leña a otro paisaje.
"vamos a la
naturaleza, a nuestras raices, a nuestra historia personal y la
llevamos a nuestro cuerpo, a nuestra cama, a nuestra casa... y la
historia continúa"
propiedades físicas de la lana
Estiramiento:
es la propiedad que le permite a la lana estirarse en gran proporción,
antes de romperse. Esto es muy importante, desde el punto de vista
textil, dados que procesos de industrialización tales como cardado,
peinado e hilado, someten a considerables tensiones a las fibras de
lana, que deben poseer extensibilidad suficiente para conservarse
íntegras a través de los mencionados procesos.
Elasticidad:
esta propiedad, íntimamente relacionada con el interior, se refiere al
hecho que la lana regresa a su largo natural, luego de estirarse, dentro
de ciertos limites, ya que llega un momento en que, al romperse los
enlaces químicos, la lana que no vuelve a su largo original. La
elasticidad de la lana es debida a la estructura helicoidal de sus
moléculas. Gracias a esta propiedad de recobramiento de la extensión, la
lana tiene la habilidad de retener la forma de las vestimentas, y
mantener la elasticidad de las alfombras.
Higroscopicidad:
todas las fibras naturales absorben la humedad de la atmósfera y, entre
ellas, la lana es la que lo realiza en mayor proporción; la lana es
higroscópica, es decir que absorbe vapor de agua en una atmósfera húmeda
y lo pierde en una seca. La fibra de lana es capaz de absorber hasta un
50% de su peso en escurrimiento.
Flexibilidad:
es la propiedad de las fibras de lana, por lo cual se pueden doblar con
facilidad, sin quebrarse o romperse. Esta propiedad es de gran
importancia para la industria, tanto en
hilandería como en
tejeduría, para lograr tejidos resistentes.
Se estira mucho y es flexible
respira, por ende permite respirar también.
no se enfría aunque se moje, mantine la temperatura porque mantiene cavidades de microaire entre sus capas.
absorve
la humedad del ambiente por lo que emite más calor, es decir tempera
los ambientes, puede absorver hasta el 50% de su peso sin comenzar a
escurrirse.
por todo esto podemos decir que la lana está viva y por ende todo lo que de ella surge tiene vida e historia.
algunas propiedades curativas de la Lana
HONGOS entre
los dedos de los piés, nos colocamos lana sin lavar sobre los
hongos.
BRONQUITIS,
TOS, CATARROS: Nos envolvemos y cubrimos el pecho con
lana.
EXCEMAS DE
PIEL: colocamos la lana sobre los excemas.
INFECCIONES
URINARIAS: Cubrimos nuestras caderas con un chal de lana, y nos ponemos medias
tejidas con lana de oveja, ó colocamos una plantilla de lana en nuestros
zapatos.
ARTROSIS:
Cuidamos las articulaciones afectadas con compresas de
lana.
INSOMNIO:
Nos envolvemos con lana y colocamos un cuerito de oveja sobre la
almohada.
La lana de oveja fortifica y protege nuestro organismo calórico, nos
da calidez y abrigo en todas las situaciones en las
que pasamos frío.
“Envueltos en lana de oveja encontraremos
el sueño más tranquilo”
La lana debe ser Pura,
sin mezclas con fibras sintéticas. Lo mejor es adquirirla directamente de los
campesinos, disfrutando de este regalo de la naturaleza podremos disfrutar de un
sueño sano y reparador.
la lana pura curativa.
La lana pura es un remedio tradicional para el cuidado y la
prevención de inflamaciones e irritaciones de la piel. Conocida por sus
propiedades antibacterianas, esta lana se obtiene de animales sanos
criados de manera ecológica.
Para utilizarla, basta situar un trocito de lana sobre la parte
inflamada de la piel (pezones, piel sensible del bebé, articulaciones,
etc). Gracias a sus propiedades naturales inalteradas, la lana curativa
resulta muy blanda y suave. Sus numerosas cavidades garantizan una
temperatura confortable y una óptima circulación del aire. La lana actúa
absorbiendo el sudor y las posibles sustancias tóxicas que se
encuentran en el organismo. Además, la piel entra en contacto con la
lanolina natural, que produce un efecto calmante de la inflamación.
Después de su uso, puedes reutilizar la lana pura una o dos veces
más. Para ello, es necesario ponerla durante un día bajo la luz directa
del sol. El sol destruye los gérmenes y regenera el poder curativo de la
lana.